viernes, 31 de mayo de 2013

De como una galleta búho se convierte en una galleta buuu-ohh!!!!

Hace no mucho leí un artículo en el País llamado "Las mejores catástrofes culinarias de Pinterest". Para quien no lo sepa, Pinterest es una red social donde la gente cuelga fotos de creaciones, muchas culinarias, perfectas y preciosas. Me reí muchísimo leyendo ese artículo en su día. Pues bien, hoy no me rio tanto porque me siento totalmente identificada con los desastres culinarios y, aunque mi receta no se asemeja al vómito de un dinosaurio como otras del artículo, he de reconocer que se me ha quedado cara de pimiento frito cuando me he visto incapaz de llevar a cabo estas monísimas caritas de búhos. Os cuento la historia...

 
Tal y como le pasó a la autora del blog Tarta sin gluten, desde que vi en su blog y en otros muchos estas galletitas tan monas quise hacerlas sin dudarlo. No me parecían difíciles y el resultado era bastante aparente. "Voy a triunfar con ellas", pensé, además de las bromas típicas que conllevarían al yo ser bióloga y hacer galletas de animalitos. Y nada mas lejos de la realidad.
Sí que es cierto que no disponía de todas las harinas, la de almidón agrio, si recordáis mi entrada de las compras, no pude encontrarlo, por lo que no la incluí.
Es que mirad que monas les salieron a ella
 
Así que mi gozo en un pozo... Ni os pongo la receta!!!. Tal y como hice la masa de las galletas e intenté darle forma y estirarlas se desmenuzaba en miles de granitos que me hacían imposible manejar.
Así que desistí hacerlas tan cuquis y, por lo menos, aprovechar la masa haciendo unas galletas clásicas, por lo que les pegué las gotas de chocolate en la superficie con más o menos gracia. Pero estaban súper sosas, no sabían dulces, ni a naranjas... aunque hubo algunas personas que me dijeron que no estaban mal e incluso no tuve que tirarlas, pero de lo deseado a lo obtenido...
Ni hice fotos del mosqueo que tenía, de lo cual ahora me arrepiento porque, al menos, os hubiera arrancado una sonrisa haciendo la comparativa.
Eso si, no me voy a rendir tan fácilmente y esta que está aquí os trae los búhos tarde o temprano así tenga que poner un reclamo, redes japonesas o tenga que traer al más famoso ornitólogo mundial.
 
Cuidaos todos/as... naturalmente.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Una verdad amarga: como actúa el azucar a nivel fisiológico.

Como muchas veces pasa en muchas disciplinas, los principales estudios sobre el azúcar y sus efectos vienen de EEUU. Y, además de que invierten mucho más dinero en I+D que aquí en España, allí es donde hay el mayor número de obesos del mundo y, por tanto, hay un mayor interés entre los científicos por descubrir el "secreto de un cuerpo delgado".
Uno de esos científicos es el Dr. Robert Lustig, un neuroendocrino pediátrico de la Universidad de California que se hizo "famoso" en el 2009 al ser colgado en YouTube una conferencia llamada "Azúcar: una verdad amarga" y que tuvo gran repercusión y en la cual hablaba de los perjuicios de la fructosa sobre la salud humana (y más aún en los niños).

El neuroendocrino Robert Lustig
Este señor en los 80 trabajaba con niños que se volvieron obesos después de operarles de un tumor en el hipotálamo. Estos niños ganaban entre 13 y 18 kilos por año (Cada año!!!). Se volvieron inactivos, sin interés por nada que no fuera comer y ver la tele.
Ya en la década de los 90 se descubrió la leptina, de la que hablamos en la primera entrada sobre el azúcar  y vieron que estos niños no recibían su señal porque los receptores de esta hormona se encuentran en el hipotálamo y esa zona la tenían muerta. Esto también explicaba la desgana, porque al recibir la señal de la leptina, el cerebro le dice al cuerpo que tiene que quemar energía, ser activos física y mentalmente y hacer cosas. Y si recordáis, la leptina se estimula con la presencia de insulina en la sangre y dice al cerebro que "ya estamos llenos". Al no llegar esta información, los niños comían y comían y el páncreas generaba más y más insulina que almacenaba el azúcar que se convertiría en grasa.
La solución estuvo en proporcionarles un medicamento que bloqueaba la liberación de insulina. Los niños bajaron de peso y sorprendentemente se hicieron más activos.
Esta experiencia sirvió para correlacionar lo de aquellos niños con los adultos obesos, aún sin sufrir tumores. Lo que ocurre es que el azúcar es un acelerador del apetito, un estimulador, por lo que a los obesos no les llega la señal de saciedad. Cuanto mayor es la insulina, mayor es el apetito. Y ahora entra en juego otra hormona que está en el estómago, la grelina, que emite señales de hambre al cerebro. Cuando la grelina está alta tienes hambre, y comiendo azúcar no se baja.

El problema se acrecenta cuando no podemos escapar de ella, ya que todos o la gran mayoría de alimentos la contienen. Esto, según Lustig, vienen de los estudios que se hicieron acerca de la relación entre las grasas saturadas y los problemas del corazón. Antiguamente no se sabía que los azúcares terminaban convirtiéndose en grasa, y sí se conocía que las grasas saturadas se relacionaban con los niveles de "colesterol malo" y éste con las enfermedades. Por lo que se propuso una dieta sin grasas. Y la grasa es lo que le da sabor y "sabrosura" a los alimentos, por lo que la industria alimentaria para evitar vender alimentos con sabor a cartón les introdujo azúcares.

Mapa del consumo mundial de azúcar


Y en EEUU la cosa se agravó aún más con la introducción del jarabe de maíz alto en fructosa, mucho más económico que el azúcar, con un poder endulzante mayor y unas consecuencias para la salud aún peor. Y como todo en esta vida lo mueve el dinero, la industria alimentaria sabía, según Lustig, que añadiendo azúcares (o, en este caso el jarabe de maíz) las ventas aumentarían y empezaron a incluirlas en alimentos que nunca habían tenido azúcar antes como el pan de hamburguesa, carne de hamburguesa, salsa barbacoa, ketchup, aliños para ensalada, está en casi todo lo que se pueda imaginar en un supermercado.


¿Por que aumentan las ventas?

Sencillamente porque el azúcar se comporta en nuestro organismo como cualquier droga. Al tomarla aumentan los niveles de dopamina en nuestro cerebro, que es la hormona del placer pero al mismo tiempo se regula a la baja los receptores de dopamina, por lo que cada vez tendremos que ingerir mayor cantidad para obtener el mismo efecto, igual que pasa con las drogas. Por lo que también se puede sufrir un síndrome de abstinencia que nos haría estar irascibles, malhumorados, nerviosos...



Todo esto asusta un poco al relacionar algo que tan alegremente y de forma despreocupada hemos comido desde pequeños. Ahora el azúcar no solo lo relacionan con la culpable de esos quilos de más, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes sino que incluso con el cáncer, más concretamente con el de mama.
Todo esto y mucho más intentaré ir tratándolo en las diferentes entradas.

Y tu, ¿Qué opinión te merece las conclusiones del Dr Lustig?

lunes, 27 de mayo de 2013

Receta de pan sin gluten con preparado de harinas

Después de mi desastre con mi primera receta de ¿pan? sin gluten he estado investigando mucho en la red y viendo las diferentes posibilidades para realizar mi receta. Pero un día caí en la cuenta de que jamás en mi vida he probado un pan sin gluten, ni los industriales, ni hecho por otras personas, por lo que no sé como son, que textura suelen tener ni cual es ese sabor característico que tienen los "gluten free". Por tanto, nunca podría comparar los que yo hago con nada, por lo que me podían saber mejor o peor, pero no saber si es realmente un buen pan sin gluten.
 
Como donde vivo no sé donde vende un "pan casero" sin gluten y me niego a probar los industriales opté por comprar un preparado de harinas en el mercadona, este es de la marca Beiker y hacer un pan de éstos que, seguro, es más fácil de conseguir y así ver a que saben "los sin gluten".
De todas maneras, quise darle mi toque personal y seguir más a mi intuición que a la receta que viene en el envase.
Vamos al lío.

Ingredientes:

  • 350 gr de harina del preparado Baiker
  • 2 cucharadas de Maicena
  • 3 cucharadas de harina de trigo sarraceno
  • 20 g levadura fresca
  • 1 huevo mediano
  • 350 ml de agua (para la próxima vez pondré solo 300ml)
  • un chorrito de aceite de oliva
  • una pizca de sal
Se templa el agua en el microondas (yo lo pongo unos 30 segundos) y se desmiga la levadura y se disuelve bien en el agua. Se le agrega el chorrito de aceite y se mueve bien. Se reserva unos minutos, aunque en algunos sitios aconsejan ponerle una cucharadita de azúcar a esta agua para que se active la levadura y lo dejan reposar 30 minutos o hasta que "espume". Yo, obviamente, no voy a utilizar azúcar y dudé si con la tagatosa* me iba a funcionar, así que no lo hice (y nunca lo he hecho para recetas de pan convencional).
 
Se ponen las harinas en un bol, junto con la sal, bien mezcladas. Se hace un hueco en el centro y se agrega el huevo batido y el agua con la levadura. Se remueve bien hasta formar una masa. En mi caso utilicé la batidora y la masa se me quedó con consistencia de bizcocho. La próxima vez, quizás la ponga más "dura" para que la miga me salga más "apretada".
Se deja reposar 1 hora como mínimo para que la masa fermente y doble el volumen.
Una vez transcurrido este tiempo, se pone la masa en un molde previamente engrasado. Yo le puse por encima semillas de sésamo.
Con el horno precalentado se mete el molde a 180ºC durante aproximadamente 30 minutos con calor arriba y abajo (yo además le puse el ventilador). Cuando se pinche el pan y salga el palo limpio, ya está acabado,
 

Resultado

Y el resultado es el siguiente:
 
Recuerdan a los panes de molde
 
 
Un pan más blanco que el habitual, muy parecido a los de molde por su aspecto y consistencia. Muy blandito, con la corteza muy fina, casi cuesta cortarlo en rodajas, y se desmiga con facilidad.

Miga  muy tierna con una pinta extraordinaria
Ahora si, el sabor muy bueno, no tiene gustos raros ni trasfondos de sabores amargos.

 
La próxima vez tengo que trabajar más lo de la miga, hacerlo más contundente y con la corteza más crujiente, pero he disfrutado de unas tostaditas bien ricas esta mañana.
 
¿Te atreves con éste?
 
 *Tagatosa: Otro edulcorante natural del que ya os hablaré mas adelante.

domingo, 26 de mayo de 2013

Sin gluten por opción: beneficios de una dieta sin gluten

Para los celiacos e intolerantes al gluten la respuesta a esta pregunta es bastante clara, salud. En ellos, existe una predisposición genética que hace que el gluten les provoque una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Esto lleva asociado una serie de síntomas, no solos gastrointestinales, sino que están relacionados con otras enfermedades tan importantes como osteoporosis, dermatitis herpetiforme, hipotiroidismo, infertilidad, cáncer digestivo... etc.
 
Mi hermana me preguntó el otro día porqué quiero eliminar el gluten de mi dieta y cuales son los perjuicios de tomarlo. Realmente, a priori, si no tienes problemas con él, le dije, no tendrías porqué eliminarlo, pero... un 75% de las personas con una intolerancia al gluten no son diagnosticadas, ya sea porque no manifiestan ningún síntoma o porque éstos sean atípicos y no se relacione con esta enfermedad.
Y dado que cada vez se descubren más casos de alérgicos a esta proteína y ya de por sí, al ser una "goma" es difícil de digerir, creo que estoy haciendo un favor a mi cuerpo eliminándolo. Todo lo que sea cambiar a algo más natural no tiene porqué llevar asociado ningún perjuicio, creo que todo lo contrario.
Además, casi en exclusividad, yo consumía gluten de trigo a través del pan, galletas, dulces... Así que erradicando estos productos quito también las harinas refinadas de mi dieta, con los beneficios que de ello obtengo, como ya comenté en mi entrada "Dulces y panes con harina de trigo: Mucho más que una cuestión de gluten".

Os dejo un vídeo de CNN Chile donde una persona cuenta sus experiencias tras abandonar el gluten de su dieta.
 


Quizás para las personas que son enfermas, alérgicas o intolerantes, esta opción les parezca una frivolidad, una moda. Para mi, tras informarme mucho, me parece un beneficio.
En futuras entradas os iré informando sobre las investigaciones acerca de la relación entre el gluten y ciertas enfermedades.
 
Y tu, ¿Crees que es necesario dejar de tomar gluten?

viernes, 24 de mayo de 2013

Bizcocho de zanahoria y chocolate puro

 
 
Muchas de mis amigas pondrían una cara bastante rara al leer de que está hecho el bizcocho de hoy, pero he de decirles que no sabe para nada a zanahoria. ¿Y entonces porqué la utilizas para hacer una receta? Sencillamente por aprovechar su dulzor natural y por la cantidad de beneficios que tienen para nuestra salud:
  • Son ricas en antioxidantes, vitaminas y fibras naturales.
  • Son una rica fuente de carotenos y Vitamina A (buena para la vista, entre otros beneficios). Los compuestos flavonoides de las zanahorias nos protegen del cáncer de piel, de pulmón y de la cavidad oral.
  • Los beta carotenos que la componen son uno de los mas potentes antioxidantes naturales y contrarrestan las lesiones de los radicales libres del oxígeno.
  • También tienen minerales como cobre, calcio, potasio, manganeso y fósforo.
Eso si, hay que tener en cuenta que la zanahoria cocida tiene un índice glucémico o glicémico* alto, por lo que los diabéticos tienen que consumirla con moderación. El índice glucémico o glicémico (IG) determina la respuesta glucémica del organismo ante la ingesta de algún alimento, es decir, como se comporta la insulina y el resto de sustancias que actúan en nuestro cuerpo ante un elemento que tiene hidratos de carbono.
 
Sin enrollarme, vamos a hacer un bizcocho de zanahorias y chocolate puro. Para ello, seguí la receta tradicional del bizcocho de yogur pero adaptándola a mis harinas. 
 

Ingredientes:

  • 4 zanahorias cocidas enteras
  • 300 g de harinas sin gluten (200 g de harina de arroz + 100 g de Maicena)
  • 3 cucharadas de levadura de repostería
  • 2 huevos
  • 1/2 vaso de aceite de oliva o 150 g de mantequilla (también puedes usar aceite de girasol, pero la grasa que lleva no es tan sana).
  • 1 yogur natural
  • 2 cucharadas de tagatosa (aunque depende del dulzor que quieras conseguir puedes ponerle más).
  • 2 cucharadas de cacao puro (yo usé Valor).
 
Lo primero de todo cocemos las zanahorias y las dejamos enfriar.
En un bol, realizamos la mezcla de las harinas, la levadura, el cacao y la tagatosa. En otro, mezclamos los líquidos, el huevo, aceite, yogur e incorporamos a las harinas. Mezclamos enérgicamente y rayamos las zanahorias cocidas e incorporamos a la mezcla.
 Si os gusta un bizcocho más chocolateado podéis ponerle más cacao, pero tened en cuenta que es amargo, así que lo mismo tenéis que rectificar el dulzor.
 
Precalentamos el horno a 170º.  Engrasamos un molde y volcamos la mezcla en él.
Recordad que la tagatosa aguanta bien el cocinado pero siempre y cuando no se supere los 170º. Yo horneé mi bollito durante 35 minutos aproximadamente con calor arriba y abajo, aunque los tiempos dependen de los hornos, así que mi consejo es que lo vayáis observando y, estará listo, cuando metáis un palito en el centro y salga "limpio".
 
Y a disfrutar de nuestro bizcochito lleno de propiedades y sabor. Yo aproveché y puse la mezcla en unos moldes para magdalenas, así tuve las dos versiones.
Estaba bastante bueno de sabor, no quedó muy dulce, pero a mi me gusta así, también esta es una de las formas de "desengancharse" del azúcar.
 
Tengo que aprender a tomar buenas fotos y a hacer una presentación mucho más vistosa... pero esto solo es el principio. Prometo mejorar todos esos aspectos.
 
Espero que lo disfrutéis... naturalmente!!!

 

 

 

jueves, 23 de mayo de 2013

Las diferentes formas en las que podemos encontrar el azúcar


Para poder evitar el azúcar no solo basta con apartarse del azucarero o de los dulces. El azúcar puede estar disfrazada en muchas formas y con nombres diferentes.
Con este post voy a dar comienzo a una serie de entradas que iré publicando acerca de ella, sus formas, los edulcorantes y sus tipos... y los efectos en nuestra salud y en nuestro cuerpo.
Para comenzar, voy a hacer alusión a un artículo que me ha parecido muy interesante de lanutrition.fr y que fue traducido en su día por la chica de la dieta en su blog Mi nueva dieta, en la que se explica las diferentes formas en que el azúcar se encuentra en los alimentos.
La tabla del final es bastante didáctica y resume todo lo que se dice el artículo bastante bien.
 

La sacarosa

Es el azúcar de mesa que le pones al café o que usas al preparar un pastel. La sacarosa usualmente se extrae de la remolacha o de la caña de azúcar. Está constituida de una molécula de fructosa enlazada a una molécula de glucosa. Como todos los azúcares, aporta 4 calorías por gramo. Es el azúcar de referencia, y se le atribuye un poder endulzante de 100.

La glucosa

Es un azúcar constituido de una sola molécula. Se presenta en la forma de un polvo blanco. Tiene un poder endulzante débil, de 70 a 75, por lo que se utiliza con mucha menos frecuencia en la industria alimentaria. Principalmente se usa como agente de carga (una sustancia que se usa para mezclar otra más fácilmente) bajo la forma cristalina de monohidrato o de jarabe o sirope concentrado.

 

La fructosa

Utilizada como elemento endulzante en la bollería industrial (galletas, panes dulces, pastas y demás postres). Su valor calórico es de 4 kcal/g (al igual que de todos los azúcares). Por alto poder endulzante (130 a 150) la fructosa permite disminuir la cantidad total de glúcidos y de reducir el aporte energético. Pero un consumo elevado de fructosa está asociado a un aumento de enfermedades cardiovasculares y de obesidad.

El jarabe de glucosa

Se obtiene a partir de la hidrólisis del almidón, que no es más que una cadena de moléculas de glucosa. La composición de estos jarabes o siropes depende de la intensidad de la hidrólisis. Su poder endulzante es relativamente débil, de 25 a 55. Su valor calórico es el mismo que el de todos los azúcares: 4 kcal/g.

En la bollería industrial, los jarabes de glucosa se utilizan en sustitución de una parte o la totalidad de sacarosa porque aunque sean menos dulces tienen propiedades funcionales interesantes a nivel industrial (mejor control del dulzor del alimento, favorece la coloración dorada y mejora la conservación).

La isoglucosa (o jarabe de glucosa alto en fructosa)

Es un jarabe de glucosa que contiene una porción de fructosa que varía de un jarabe al otro. Se obtiene por isomerización gracias a una enzima a partir de cereales ricos en almidón, principalmente del trigo y el maíz. Su poder endulzante es parecido al de la sacarosa. Permite una coloración dorada de los productos y se usa esencialmente en la pastelería y bollería industrial para la preservación de la textura suave y húmeda.

Además de la pastelería industrial, se encuentra en múltiples productos: mermeladas y confituras, salsas dulces y saladas, embutidos, refrescos, y demás alimentos procesados de todo tipo. Básicamente ha reemplazado la sacarosa en los alimentos procesados por ser más económico.

La dextrosa

Como el jarabe o sirope de glucosa, se obtiene a partir de la hidrólisis del almidón. Sin embargo, la dextrosa se presenta en forma seca, como un polvo blanco. Es la misma molécula de glucosa.

La maltosa

Es un azúcar constituido de dos moléculas de glucosa, extraído del almidón de malta. Tiene un poder endulzante ligeramente inferior a la sacarosa.

El azúcar invertido

Es conocido desde hace mucho porque es el constituyente principal de la miel. Se trata de hecho de una mezcla de jarabe de glucosa y jarabe de fructosa en proporciones iguales, y tiene un poder endulzante ligeramente superior a la fructosa. Evita la desecación de los jarabes, de la pastelería, de la bollería. El azúcar invertido se puede utilizar en galletería y pastelería, porque favorece la conservación de la suavidad y la humedad de los productos y el aumento del sabor dulce.

La dextrina

Es una sustancia pegajosa que resulta de la transformación del almidón o de la fécula, por hidrólisis o por calentamiento en seco, con la eventual adición de pequeñas cantidades de reactivos químicos. Se utiliza como estabilizante en comidas preparadas, particularmente en flanes, postres y leches condensadas.

La maltodextrina

Es un compuesto soluble de maltosa y de dextrina, utilizado para espesar los productos lácteos. Su poder endulzante es débil.

En resumen




Denominación
Poder endulzante
Valor energético (kcal/g)
Fuente
Efectos en la salud
Sacarosa = referencia
100
4
Extraído directamente de la caña de azúcar o la remolacha. Azúcar de mesa, pastelería, dulces, postres, etc.
Probable: Resistencia a la insulina y aumento de peso.
Lactosa
30
4
Leche y productos lácteos
Comprobado: Intolerancia para una parte de la población.
Maltosa
43
4
Dulces, cerveza, ketchup, patatas dulces.
Ninguno.
Glucosa
70
4
Panes, galletas, salsas, bebidas energéticas.
Probable: Resistencia a la insulina y aumento de peso.
Jarabe de glucosa
27 a 55
4
Pastelería, dulces, helados, ketchup.
Probable: Resistencia a la insulina y aumento de peso.
Fructosa
110 - 120
4
Bebidas, helados, galletas, mermeladas.
Comprobado: Laxante.

Probable: Resistencia a la insulina, aumento de peso, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Jarabe de fructosa
90-100
4
Poco utilizado en Europa, mucho en USA. Presente en prácticamente todos los productos (alimentos y bebidas) procesados.
Comprobado: Laxante.

Probable: Resistencia a la insulina, aumento de peso, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Azúcar invertido (mezcla de jarabe de glucosa y de fructosa en iguales proporciones)
100 – 110
4
Dulces, pasteles, panes dulces, galletas.
Comprobado: Laxante.

Probable: Resistencia a la insulina, aumento de peso, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

 

Conclusión

Como veréis, es prácticamente imposible escapar de los azúcares ya que está presente en absolutamente todos los alimentos que queramos consumir.
Lo más destacable, los efectos perjudiciales para la salud que tiene la fructosa y los derivados de éste. De ella sí que habría que huir a toda costa, porque seguramente es la culpable de los kilos de más que se generan en nuestro cuerpo.
Y tu ¿serías capaz de eliminarla de tu vida?

martes, 21 de mayo de 2013

Magdalenas (o muffins) de calabaza y chocolate


 
Tras el fracaso de mi primera receta de ¿pan? sin gluten, he querido quitarme la espinita cambiando de tercio y os traigo una receta dulce. Es mi primera receta de repostería sin gluten ni azúcar, por lo que, al ser mi primer "hijo" quizás no sea muy objetiva al decir que estaban bastante bien.
No obstante, he buscado opiniones entre mis familiares y amigos y, aunque todos coincidieron en que no estaban muy dulces, también me dijeron que estaban bastante buenas.
Buscando en la red di con otro blog bastante chulo, M sin gluten, y decidí hacer esta receta, aprovechando que me habían regalado una calabaza, cambiando el azúcar por la stevia y las nueces por el chocolate.
 

Ingredientes

Para el puré de calabaza:

  • Aproximadamente 500 g de calabaza
  • 1 Cucharadita de canela
  • Una pizca de jengibre molido

Para hacer las magdalenas

  • 2 huevos a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas de stevia (yo utilizo Truvia, pero no volveré a comprarla*)
  • 150 gr de harinas sin gluten (utilicé la combinación de la receta original que es 100 g de harina de arroz + 50 gr de maicena)
  • 150 gr de mantequilla a temperatura ambiente (o 100 ml de aceite de girasol)
  • 6 cucharadas del puré de calabaza
  • 3 cucharaditas de levadura en polvo
  • 2 cucharaditas de canela en polvo
  • 1/4 de cucharadita de jengibre.
  • Chocolate negro en perlas o gotas (cantidad al gusto)
 
Para empezar, se pela la calabaza, se trocea y se pone en la olla exprés con agua durante 10 minutos con el resto de los ingredientes. Si no tienes o no quieres utilizar la olla, se puede poner en cualquier cazo, pero tardará un poco más en que se ablanden. Cuando estén hechas, se sacan y se baten con la batidora. Reservar.
 
Mientras, se baten los huevos bien, hasta que espumen y se le añade la mantequilla y la stevia y se sigue batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Se le añade el resto de ingredientes (menos el chocolate) y se mezcla bien con una cuchara de madera o con la batidora. Después, se le agregan las perlas de chocolate y se mezclan en la masa.
 
Por fin pude estrenar mis moldes de silicona comprados en Ikea, así que se le introduce una capsula de papel de esas típicas de los muffins y se rellenan de la masa, casi hasta el borde.
Con el horno precalentado a 180 ºC se introducen los moldes en la rejilla del horno y se espera a que se hagan, aproximadamente las mías estuvieron unos 20 minutos, aunque he visto recetas que dicen que en 10-15 minutos están hechas. Para comprobarlos, introduce un palito en la magdalena y observa si sale limpio. Si no quedan restos de la masa, ya están terminadas.

Y, voilá!!! Aquí está el resultado:



Son unos muffins contundentes aunque esponjosos, no muy dulces (para quien no le guste demasiado el dulce o se esté "desenganchando" perfecto, pero para el resto puede resultar un poco sosas) pero con una pinta muy apetitosa.
 
¿Os animáis a hacerlas?


*El hecho de no comprar más Stevia de la marca Truvia es porque me siento estafada. Pagué a precio de oro este edulcorante "natural" y al llegar a casa me di cuenta que en la etiqueta ponía que solo contenía un 1% de extracto de la hoja de stevia y el resto es eritrol. No es que sea algo malo, pero no quiero comprar algo que publicitan como natural y que, de ese elemento ,solo tenga el 1%. Así que Truvia, para mi, es un Truño.
Prometo tratar en otra entrada el tema de los edulcorantes para que podáis entender mi enfado.

domingo, 19 de mayo de 2013

Azúcar, un dulce veneno



¿Sabías que el azúcar puede ser tan adictivo como el tabaco? Cuantas veces hemos oído:
 -"Yo es que después de comer tengo que tomarme algo dulce".
Pues bien, esto no lo hacemos por simple costumbre sino por adicción a esta sustancia que se vende por kilos en cualquier supermercado, el azúcar y todos los productos que la contienen.
Los azúcares , y ciertos carbohidratos, son considerados "calorías huecas" ya que no aportan vitaminas, ni proteínas ni grasas y son la causa fundamental de la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares (y no las grasas saturadas, como siempre se ha dicho).
Uys!! Que fuerte empiezo, ¿no? Voy a tratar de explicar de una manera clara y, espero, concisa porqué hago estas afirmaciones.
 

Primero de todo: conocer lo que es el azúcar

Cuando hablamos de "azúcar" lo primero en lo que pensamos es en el contenido del azucarero, ese polvo blanco que echamos al café o a los dulces, pero los azúcares son los componentes básicos de los carbohidratos.
Hay dos tipos de azúcares, los simples, que están formados por uno o dos azúcares (como el azúcar blanco refinado, las harinas de trigo) y los complejos, que lo constituyen tres o más azúcares (como las legumbres, la pasta, los cereales enteros, verduras que contienen almidón como la patata, etc). Así que, como veis, estos últimos carbohidratos son azúcares pero no son dulces, de ahí la importancia de conocer cuales son las diferentes formas en las que encontramos el azúcar para las personas que, como yo, quieran moderar su consumo.
 

La insulina es la hormona que se encarga de llevar los nutrientes de lo que comemos a las células y de mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre. Cuando comemos carbohidratos, se digieren y van a la sangre en forma de glucosa. La insulina transporta esta glucosa a las células de nuestro organismo ( las del hígado, los músculos) y las almacenan. Pero, cuando estas células ya están repletas de glucosa ese azúcar "sobrante" se va a almacenar en forma de grasa.
Además, cuando comemos mucho azúcar el nivel de ésta en sangre se dispara, por lo que se libera mucha insulina para retirarla rápidamente. Esto nos crea una sensación de hambre y de antojo de comer dulces así como cambios de humor dependiendo de los niveles que tengamos de azúcar en sangre.
 

La fructosa, la mala de la película

El azúcar de mesa, la sacarosa, que es un azúcar simple formado por glucosa y fructosa. Ya sabemos como funciona la glucosa en nuestro organismo, se almacena en las células y el resto se convierte en grasa. ¿Y que ocurre con la otra parte del azúcar refinada, la fructosa?
La fructosa suena bien, suena al azúcar que tienen las frutas y que, por lo tanto, es súper sana y natural y no nos puede hacer ningún mal por nada del mundo. Pues bien, nada más lejos de la realidad.
 
La fructosa es la verdadera sustancia tóxica. ¿por qué? Porque la fructosa se metaboliza totalmente en el hígado. En él se convierte en ácidos grasos libres, colesterol "malo" y triglicéridos que pasan a la sangre y se almacenan directamente como grasas.

Además, al no pasar por la sangre como la glucosa no estimula a la insulina y si ésta no aumenta no se activa la hormona de la saciedad, la leptina, por lo que el cerebro con capta el mensaje de "estar lleno", es más, como la insulina no responde, el cerebro tiene la sensación de que el cuerpo se está muriendo de hambre.

Mas adelante abriré otro posts ampliando más información sobre la fructosa e intentaré aclarar más dudas sobre ella.

y tu, ¿Sabías lo malo que era realmente el azúcar?

 

jueves, 16 de mayo de 2013

Mi primera receta de ¿pan? sin gluten


Bueno, amigos/as ya por fin ayer me decidí a cocinar mi propio pan sin harinas con gluten. Aunque aún no tenía el almidón agrio de mandioca, tan imprescindible que parece porque en todas las recetas lo usa, pensé que a lo mejor no era tan necesario y que, con cariño y trabajando bien la masa, podría conseguir un pan rico para mi desayuno de hoy. Además, quería un pan lo más bajo posible en carbohidratos, por lo que ahorrarme el almidón no suena nada mal.
Los ingredientes que utilicé y las cantidades fueron todas inventadas por mi, para comprobar que salía y fueron los siguientes:
  • 200 g de harina de quinua (molida por mi misma)
  • 100 g de harina de arroz
  • 100 g de harina de trigo sarraceno
  • 1 cucharadita de sal
  • 15 g de levadura
  • 400 ml de agua
Mezclé todas las harinas, la sal y la levadura, pero al poner el agua quedó muy líquida la masa, con la consistencia de masa para bizcocho. Horror, pensé, y automáticamente empecé a rectificar de harinas hasta conseguir una masa que se podía trabajar, por lo que las cantidades dadas al principio se fueron modificando.
Cuando ya tuve una masa parecida a las que yo estoy acostumbrada a tratar con las recetas de pan "tradicional", amasé y le di forma y la puse a reposar en un bol de pirex.


Dejé la masa reposar durante 2 o 3 horas y la verdad es que aumentó su volumen bastante.
Metí el pan con el recipiente tapado con el horno en frio, a 180 º, ventilador con calor arriba y abajo y lo dejé unos 40 minutos. Luego lo destapé y lo dejé unos 10 o 15 minutos más para que se dorara, ya que lo veía muy blanco.

El resultado
Pues bien, el resultado es el siguiente:
 

Un pan con una pinta extraordinaria y un olorcito delicioso, peeeeeeeeeero... La miga estaba súper apretada y se desprendía con facilidad de la corteza. El sabor era amargo, aunque comestible, pero realmente no tiene nada que ver con el pan al que estoy acostumbrada.

Posibles errores
Mi padre, un panadero jubilado después de cuarenta años haciendo panes y todo tipo de delicias, me comentó que el resultado de esa miga tan apretada podría ser el que hubiera utilizado agua templada (en la que desleí la levadura) en vez de fría y que no hubiera subido lo suficiente por poner la levadura demasiado pronto en la masa y empezar a fermentar mientras la trabajaba.
En el foro del pan, en el que participo, me dijeron que el sabor amargo podía ser debido a la harina de quinua, que cuando se utiliza debe hacerse en pequeñas proporciones (y yo la puse de manera mayoritaria). Además, la miga tan apelmazada podría ser por el hecho de no utilizar ningún tipo de almidón.
Y la verdad, me quedé con un sabor amargo tras hacer este pan, y no solo por la quinua sino porque pensaba que iba a ser más fácil elaborar mi propio pan sin gluten.

Y vosotros, ¿Dónde creéis que están los errores?
 
Editado: Al día siguiente estaba más compacta la miga y duró "comestible" tres días.

jueves, 9 de mayo de 2013

Dulces y panes con harina de trigo: Mucho más que una cuestión de gluten.

Por qué decidí comenzar con este tipo de alimentación
Muchos/as de vosotros/as que me leéis, la mayoría celiacos y/o diabéticos o con alguna intolerancia, os preguntareis por qué yo, una persona sana sin intolerancias se mete en este berenjenal, con lo “sencilla” que es la vida sin tener que andar mirando etiquetas.

Pues es bien sencillo: lo hago por mi salud y por mi estética (si, habéis leído bien, estética, para estar delgada o intentar estarlo comiendo casi todo lo que me gusta). Como ya comenté en la presentación y en mi perfil, soy una gran aficionada a los temas de nutrición y dietética, por lo que siempre ando leyendo artículos, blog, libros y opiniones de las diferentes tipos de dietas y de los efectos de ciertos alimentos en nuestro cuerpo. Y una de las cosas que me hizo cambiar mi manera de alimentarme fue el trágico descubrimiento de los alimentos procesados o refinados y su influencia en la salud.

Qué es un alimento procesado o refinado
Cuando me refiero a alimentos procesados o refinados quiero decir todos aquellos alimentos que han pasado por la industria alimentaria (del tipo que sea) para someterles a diferentes procesos para cambiar su textura, sabor, forma, agregarles o quitar sustancias, someterlos a procesos de calor o químicos, etc. Por tanto, todos aquellos alimentos que no son procesados son lo que apenas han sufrido modificación hasta llegar a tu plato. Con esto no me refiero a que hay que comer alimentos crudos ni nada por el estilo, simplemente que si nos estamos comiendo un filete de ternera sea eso, 100% ( o con suerte 90%) de carne de ternera y no carne de ternera, proteínas de soja, sal, agua, azucares, correctores de acidez, conservantes, antioxidantes… etc.

Todos estos procesos van destruyendo nutrientes que son esenciales para nuestro organismo y, por tanto, para tener una buena salud. Y ahora voy a centrarme en el tema que nos compete, las harinas que se utilizan para hacer esos panes y dulces que tanto me gustan.



Por qué son tan malas las harinas si el trigo siempre se ha consumido

Cuando se muele el trigo y se refina para obtener harinas blancas, se desechan la cáscara (fibra), el germen (que es lo que posee más nutrientes), la capa de proteínas del cereal y nos quedamos con una parte de la semilla que es prácticamente almidón, que son azucares y nada de vitaminas, minerales o fibras. Además el refinado de la harina hace que ésta esté en partículas tan finas que se pueden absorber rápidamente en el organismo, por lo que ese azúcar se incorpora rápidamente por lo que hace que se eleve de manera brusca los niveles de insulina.

¿Y qué ocurre con el pan integral?

Pues que es el mismo pan blanco al que se le añade salvado que, igualmente, han perdido sus vitaminas, sus aminoácidos y proteínas, por lo que seguiríamos ingiriendo calorías vacías o huecas (se llaman así cuando lo que ingerimos solo nos aporta calorías y nada de nutrientes).

Y, además, en el caso de los panes, tartas y dulces que nos venden en la mayoría de las panaderías y pastelerías de nuestro país, se hacen con harina de cereales que tienen gluten… pero eso ya es tema para otro post.

Gracias por leerme, cuidaos... naturalmente!

martes, 7 de mayo de 2013

Enfrentándome al gluten y a la glucosa: Mi primera compra.

Pues bien, después de mirar infinidad de recetas, blog de celiacos (de los que ya os iré poniendo los que me resultan más interesantes) y tipos de harinas que se pueden utilizar, me decidí ha hacer "la ruta sin gluten ni azúcar".
Llevaba una lista para poder hacerme con una buena variedad de ingredientes para poder a empezar a experimentar en mi cocina como si se tratara de un laboratorio.
Mi primera visita fue a Eroski donde compré:
  • Estevia de la marca Truvia, 270 g, 7.65 €: Carísimo, pero tenía muchas ganas de probarla, ya que es un edulcorante natural proveniente de una planta. A esto le dedicaré un post más adelante porque me parece interesantísimo y un gran descubrimiento.
  • Almendras molidas, 2.99 €.
  • Harina de maíz Maicena, la caja grandota, 2.95 €. Más tarde descubrí que en Carrefour estaba a 2.65 €.
  • Quinua en granos, 500 g, 2.49€.
En total 16 € y aún no tenía ni para empezar, así que continué la ruta y me fui a Carrefour, donde compré:
  • Harina de arroz biológico, 500 g, 2.70 €: No sé si me equivoqué en comprarla biológica pero no encontré otra que no procediera de cultivo ecológico. Si sabéis si existe y si es más barata decídmelo, por favor.
  • Harina de trigo sarraceno, igualmente biológico, 3.30 €.
  • Cacao puro 100% sin azúcar, 3.44 €.
  • Cobertura de chocolate negro, 2.85 €.
  • Lápices para decorar pasteles, obviamente con azúcar pero me fue imposible encontrarlos sin ella, 2.70 €.
  • Levadura fresca, 0.32 €.
En total, otros 17 € y me faltaba algo primordial para mis recetas, harina de mandioca o yuca agria, por lo que me fui a recorrer algunos locutorios donde venden productos latinos, pero con ninguna suerte. Solo encontré la dulce y esa no me sirve para mis recetas.
 
 
Conclusión
 
Todo lo que compré me parece mucho más caro que si no hubiera tenido que mirar las etiquetas y hubiera cogido las harinas de ofertas. Además, me costó hacer varios viajes y otros productos que buscaba (harina de garbanzos, levadura seca sin gluten...) no los encontré.
Así que, con las manos llenas y el bolsillo vacío, me fui a casa, pero llevo varios días dándole vueltas a las recetas y parece que esa harina que me falta es fundamental, por lo que no he podido empezar a hacer mis experimentos.
Por otro lado, la quinua la compré en granos y parece ser que la venden hecha ya harina. Eso, unido a que no tengo molinillo de café para molerla, hace que ahí esté muerta de risa hasta nuevo aviso.
En fin, tengo muchos ingredientes, ganas de empezar pero no puedo todavía.
Y vosotros/as, ¿Qué otros productos compráis , cuales os parecen fundamentales y donde los adquirís?

domingo, 5 de mayo de 2013

¿Que es el gluten?

Para comprender que tipos de alimentos contienen o no gluten, es necesario saber qué es el gluten propiamente dicho. Mirando por la red he encontrado la siguiente definición:

Existen dos tipos de proteínas, las gliadinas y las glutaminas. Cuando estas proteínas entran en contacto con el agua (después de mezclar o amasar) se obtiene una formación homogénea y fuerte, la cual se conoce como gluten.




El gluten está conformado por un grupo de proteínas amorfas que se encuentra en la semillas de muchos cereales, tales como el trigo, el centeno, la cebada, espelta, kamut, triticale y posiblemente la avena, combinadas con almidón.

Los gases producidos por la levadura o por agentes fermentantes inflan el gluten. El gluten permite que se atrape aire en el producto final. De esta forma la masa dobla su volumen y, a la vez, otorga consistencia elástica y esponjosa a los panes y masas horneadas.

Oh, oh!!! Primer problema que me encuentro. ¿Quiere esto decir que no se pueden hacer panes y bizcochos esponjosos si no existe esta dichosa proteína? Quiero pensar que será más complicado pero no imposible…

Lista de cereales sin gluten

Así que para tener bien claro cuáles eran los cereales de los cuales podría utilizar sus harinas estuve un buen rato indagando por internet, ya que, dependiendo de donde mires, en algunos sitios hay confusión con ciertos alimentos. La lista de los cereales sin gluten son:

Cereales que no contienen gluten:

· Arroz

· Maíz

· Quinoa o quínua (es un pseudocereal)

· Mijo (que al parecer no tiene gluten pero a los celiacos no les sientan bien)

· Trigo sarraceno o alforfón

· Amaranto

· Sorgo

· Teff

Estos tres últimos no tenía ni idea de que existieran porque provienen de Centroamérica, India y África pero, por lo visto, tienen unas propiedades fantásticas. Tendré que investigar más sobre ellos y serán los protagonistas de otro post.

La avena contiene un poco de gluten, por lo que si tienes alergia no la puedes tomar. En mi caso, a mi me gusta mucho aunque voy a intentar no utilizarla para evitar contaminar otros preparados.

Y ya fuera de los cereales, otros alimentos que la gente piensa que tienen gluten y que no lo llevan, ya que no son cereales, son la soja y el sésamo.

Bueno, me queda un poco más claro cuáles son los alimentos que puedo utilizar y cuáles no, aunque me preocupa descubrir que lo que le da consistencia y esponjosidad es, precisamente, lo que yo quiero eliminar… Tendré que hacer de mi cocina mi pequeño laboratorio.

Hasta pronto!!!

 

jueves, 2 de mayo de 2013

El comienzo

Hola a todos/as:

Mi nombre es Sonia, soy bióloga y gran aficionada a los temas de dietética, nutrición, así como a la cocina y la repostería. Últimamente he leido bastante acerca de lo perjudicial que es para la salud el uso de harinas procesadas, la ingesta de gluten y de azúcar. Como soy una fan del pan y de los dulces me he propuesto encontrar el equilibrio entre seguir comiendo lo que me gusta y llevar una alimentación sana y equilibrada. Por ello he creado este blog donde os iré contando mis descubrimientos, mi proceso con las dietas bajas en carbohidratos, las recetas que voy experimentando y los impedimentos que me vayan surgiendo.

No sé si conseguiré poder apartar de mi vida estos elementos, si daré con recetas que satisfagan mis necesidades pero, al menos, lo voy a intentar, a ver que sale de todo esto.

¿Me acompañas en este camino?